PELEAS COMO EL MEJOR

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PRIMERA VICTORIA DE NUESTRA SECCIÓN DE RUGBY ANTE EL RIVAL MÁS DESEADO

Y por fin llegó. Era cuestión de tiempo, y sobre todo viendo la actitud y las ganas que le echaron nuestros chicos del Rugby Atleti en el primer partido de la segunda vuelta jugado la semana pasada ante el Alcalá en el que caímos tras hacer la mejor primera parte de la temporada.

Y para más inri, este domingo pasado nos enfrentábamos al Tasman Boadilla, equipo que en el debut del nuevo y primerizo Rugby Atleti Arquitectura nos endosó nada menos que 100 puntos, sin ninguna posibilidad de respuesta por parte de nuestros espartanos. Una auténtica paliza que quedó grabada a fuego y sangre en nuestro orgullo rojiblanco.

Esta vez no éramos los mismos. Nos habíamos curtido en 10 batallas más de sangre, sudor y barro y no habíamos saboreado aún las mieles de la victoria, estábamos hambrientos, y más después de que se nos hubiera escapado de la punta de los dedos el anterior domingo en la ciudad que vio nacer a Cervantes.

El Tasman Boadilla venía con los efectivos justos, e incluso menos tras una lesión imprevista, para poder acometer la batalla, pero en el Rugby eso no es excusa. Se pelea hasta el final con lo que se tiene, y no se bajan los brazos hasta que pasen los 80 minutos del encuentro. El primer tiempo fue dominado claramente por el Atleti Arquitectura, ensayando varias veces por los flancos del Boadilla, la zona más débil de la línea tras las bajas sufridas.

Pero como no, no seríamos nosotros si no hubiéramos disfrutado de nuestra caraja habitual en la mayoría de los partidos de esta liga. Tras una tonta expulsión de 10 minutos a un servidor (que ya lleva dos esta temporada), el Tasman se vino arriba y pudo ensayar las veces suficiente como para creerse que podían jugar un papel diferente al del derrotado en esta película.

Afortunadamente, fue algo momentáneo y el equipo volvió a reaccionar apuntalando el resultado con ensayos de habituales como el veterano Álvaro Eclipse o José Thai, o primerizos como Columbrans y Gurpegui. El resultado final fue un contundente 52-22.

Tras vencer a nuestros verdugos más insaciables, supimos que habíamos peleado como los mejores, y nos quitamos una espina que llevaba meses doliéndonos en nuestro espíritu competitivo.

El domingo que viene deberemos conservar misma actitud y compromiso para enfrentarnos a un duro rival, el segundo clasificado en nuestra categoría, el Rugby PDM Toledo.

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